Me llamo Oscar Daniel García Quintero, soy de Venezuela, específicamente Barquisimeto, Edo. Lara. Tengo 22 años y ESTOY interesado en la poesía desde hace dos años; amo la capacidad de la poesía para poder expresar las emociones más complejas que nos inundan.
Insidiosa
La semilla de mis aspiraciones
Atrofiada fue por tu aridez
Aniquilada por el rayo violento
Del sol de tu ira y tu rencor
Me atrapaste en tus palabras
Cadenas para mi alma creaste
Con cada sonido y símbolo
Salido de tus homicidas fauces
Mi ser infectaste con tu veneno
Negro y maldito líquido
Recorrió mis venas sin piedad
Hasta llegar al ojo de mi espíritu
Y lo cegó brutalmente
Mi visión llenaste de penumbra
Y mis cartílagos petrificaste
Arrebatando el movimiento de mi vida
Dejándome solo en una prisión
Que tome como la realidad
Y encerrado en esas celdas estuve
Rodeado de espectros
Que atormentaron mis días
Los llenaron de odio, tristeza y melancolía
De mi cuerpo enfermizo creció una rosa
Atravesando mi piel, mis órganos y mis huesos
Rosa negra, tan oscura como el infinito
Tan apagada como tu ser maldito.
Ruptura
Mi catástrofe estuvo
A la vuelta de la esquina contigo
El brillo de tus ojos me incineró
Después de capturarme con sus destellos
Me pregunto qué te trajo a mí
Esa tarde de domingo
Desprevenidos estamos
De los hilos del destino
Sin previo aviso llegaste
Y en los pliegues de tu rostro
No vi indicio alguno
De mi futuro infortunio
Imposible de deducir
De tu sonrisa, mi tristeza sin fin
y la obliteración de mi vida
En pedazos imperceptibles
Me marcaste profundamente
Y estragos dejaste en mi ser…
Nunca seré igual, jamás el mismo
Por el cráter que dejaste en mí, profundo abismo
Y se siente como si habitaras en mí
Como un espectro
O veneno que inunda mis venas
El curso de mi camino fue
Distorsionado irreversiblemente
Por las irreparables grietas
Que ahora hacen tortuoso mi andar
Y cuando miró atrás
Con la pupila y el iris de mi espíritu
Se desdibuja tu rostro en mis recuerdos
Pues nunca fuiste esa en primer lugar
Tan extraña ahora eres
Como aquel momento
La vida me parece
Un absurdo evento.
Apatía
Algo dentro de mí se resignó.
No me queda aliento
Y las palabras se sienten como un peso
Cómo púas en mi garganta.
Algo dentro de mí se agotó.
Entusiasmo no me queda
Ni para tus palabras o las mías.
Mirar dentro agota mi vista.
He abandonado el templo dentro de mí.
Río congelado
Bosque calcinado
Estanque contaminado
Los paisajes dentro mí.
Pompeya de mi alma
Llena de gritos
Y lamentos sin fin.
Erizo de púas carmesí
Mi corazón
Cicatrices deja a mí y a mis amados.
Pesadez en mis hombros
Piedra de Sísifo
Es
el trauma generacional
Hace más lento mi caminar.
Me diluyo como acuarela
Como vela que la consume
Su propio fuego espectral.