Beatriz Adriana Jiménez Castillo, nació en el estado Falcón – Venezuela el 03 de noviembre de 1992, desde niña le apasionó el arte; el medio artístico fue su norte, por lo que a los 16 años decide residenciarse en Caracas para estudiar Teatro, luego realizó la Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), actualmente se encuentra ejerciendo su profesión en instituciones del estado destacándose en el periodismo cultural y como actriz ha participado en obras de teatro, se desempeña como profesora en la Universidad Nacional Experimental de la Gran Caracas (UNEXCA) también se ha dedicado a escribir. Aprecia muchísimo la conexión que ofrece el arte poético, le apasiona la lectura y la escritura, como muestra de ello posee poemarios inéditos, mientras tanto le interesa participar en el encuentro necesario de poetas y artistas para llenar el alma. Se define a sí misma como obrera de la palabra.
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SEÑALES DE UN CAZADOR
En un pedestal de espinas
sangraron mis pies desnudos,
el reflejo destruido avivaba en gentileza,
sobre caballos malditos cabalgué
una esa flecha quemó mi pecho
La atmosfera clandestina nublaba el paso,
un mounstro envolvió lo predilecto,
embistió y se quedó inmóvil,
convertido en un ser especial y divino
Dando paso a la proximidad
con una llamarada de besos concluyó;
esa boca áspera y dañina,
apartó la espada y nació el encanto
de un caballero sin armadura
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CHICHARRA
Tarde me di cuenta del valor
de ese organismo que grita
y se descubre en su sonido,
su tranquilidad arropa el ser…
Emite repiques inquietos
que se reencuentran con el coraje,
ráfagas de tonadas que expresan
hipnóticos mensajes
Al percibirla tan pequeña te habla,
te dice que está allí, paralizada, frágil, sonora
y en contra de su voluntad
preparándose para estallar
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ANTíGONA
En sus manuscritos refleja
un crimen contra el buen designio,
imposibilitando los planes de la cordura,
vociferando sucesos inesperados
que enorgullecen lo eviterno
Cuestionando la catarsis
de las heridas de las ánimas
que se arropan con el musgo
para no perderse en la inmensidad
En una transición amarga
el reloj colapsa su propio sentir
y las mazmorras del mundo lo adsorben,
compasando lo etéreo de sus horas inútiles
alimentadas por la mentira
Coqueteando en la maroma de un mito
gesticula víboras y olfatea liebres
sucumbe la agonía de una luna eclipsada
que abraza la roca sombría
condensando en un frasco vacío
un torbellino de rebeldía
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BRIGADA
“Camino y no entiendo por qué aún se sostiene mi cuerpo hecho de espinas y de lagartos”
Stefanía Mosca
Se aproxima un ejército de lagartos,
se esperan tempestades y agitación,
es tan difícil imaginar que dirá su líder
ahora que se cumplen cien años de la última guerra
Ya estropeados y cubiertos con pieles inverosímiles
se oye el quejido de un animal indefenso,
curiosamente ignoran el acento del grillo
que viene a traer buenas noticias,
subestimando en el campo de arena
la disputa de las especies
La historia simplifica y desconoce su opinión,
sin importar disecan sus almas,
estas son batallas que se libran sin vacilar
porque lo posterior reduce lo vivido
¡Salva quien gana y pierde quien caya!
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FLECHAZO DE UN POETA
Y se dio…
la unión de dos fuerzas antagónicas
relacionadas al poder,
entrelazadas en círculos informales
que envuelven placeres
Experimentando dependencia de deseos,
transfiriendo un brillo natural,
como bambúes que rejuvenecen,
dejando correr en un manto viejo
la sustancia ancestral de la seducción
En la caminería de tierra
una prenda roja de añoranzas,
acoplada al sonido de la lluvia otoñal,
acompañaba el crepúsculo; y allí…
Sucedió el encuentro de unos amantes
que lograron persuadir un sueño imposible,
removiendo la miel pegajosa del destino
que en algún momento unirá sus cuerpos
Extraordinaria fuerza que como una rosa brotó de tantas espinas. Pero más que una flor, más que el araguaney y mas que la sierra que la vió nacer, está la fuerza de su alma que más que pasión es tesón. Es fuerza, es constancia y como todo buen poeta o poetisa en este caso, mucho de timidez.
Estimada poeta, nada grande se ha hecho sin una gran pasión. Ahora el camino comienza, está a un paso, adelante. De un paso y eche andar. Como decía Hegel: » El búho de Minerva elevado su vuelo al crepúsculo del atardecer». Felicidades y éxitos
Felicitaciones para Beatriz, con abrazo fraterno ¡ alegria compartida!
Gracias por leer mis poemas Obdulia. Un abrazo!
Felicidades 👏!