Descubre la poesía del poeta Martín Markow

Martín Markow estudia actualmente Literatura, y escribe desde los 8 años. Además, cuenta, con varias poesías publicadas, tres libros galardonados: 2 poemarios y 1 libro de ensayo, al igual que, adicionalmente, dos EP de rap.

Tanto en su faceta poética como rapera, o en sus escritos en español, inglés e italiano, apuesta por un virtuosismo lingüístico prácticamente inusitado, tanto con figuras retóricas originarias del rap y del freestyle como con las de la poesía barroca.
También ha escrito un poema narrativo en inglés isabelino (pronombres personales, posesivos shakesperianos, y palabras, locuciones, conjunciones y adverbios arcaizantes de todo tipo, además de cierta intertextualidad por incluir traducciones de las liras de San Juan de la Cruz y de cuartetos borgeanos)

Pues también tiene la traducción como una de sus facetas al traducir, por ejemplo, las rimas enteras de Bécquer al inglés, italiano y portugués, el poema de La Víspera de Santa Inés de Keats, y otras traducciones.

“Ángel”

Lo que veo, lo que veo no ha sido

Nunca. Ni aun será aquello que otros vean.

Vence, así pues, el pasar enmudecido

Mi ojo clavado a eso que ver no desean

Espinares que tus sienes rodean

Que, hendiendo aun tu frente el cardo ceñido

Son cerco del Dorado bruñido

Por la reina, en tanto cargados sean.

Mortaja es de fugitiva hermosura

Y cenizas canas de sepultura

Que ausente, mi memoria reaviva.

Teme cuando tu postrer día apura,

Si es pues todo cuanto tu vida dura,

Todo cuanto hallo tu belleza viva.

“La inenarrable poesía que hay en las cosas”

Miro desde el balcón hacia lo bajo del edificio, siento vértigo.

Miro desde lo bajo del edificio hacia el balcón, y siento vértigo.

Me mira el espejo, el espejo no se ve reflejado en mí.

Me miro en una foto, y el espejo no se ve reflejado en mí.

No tengo miedo, eso me hace ser valiente.

Tengo miedo, eso me hace ser valiente.

¿Qué es más egoísta? ¿Querer amar? Entonces no seas egocéntrico, piensa en MÍ.

¿Qué es más egoísta? ¿Querer ser amado? Entonces no seas egocéntrico, piensa en MÍ.

Es que no podemos escapar de nuestro ego, el altruista lo es por egoísmo.

El inconsciente es el Hombre de los Lobos.

El consciente es el lobo de los hombres.

¡Despierta!, que hay consciencia sin conciencia.

¡Despierta!, que no hay conciencia sin consciencia.

¡Duerme!, porque el inconsciente es eterno.

¿Pero qué es la eternidad? ¿Infinitud del tiempo o ausencia de este?

¿Qué es la eternidad? La infinitud en la finitud.

¿Qué es la eternidad? La no finitud en la infinitud.

Y tú, dándole obsequiosamente tiempo al tiempo como si ya no fuese infinito.

Porque en despecho del tiempo, la senescencia no hace Sénecas.

Asordinando: «a palabras sordas, oídos necios».

Neceando:  «a oídos necios, palabras sordas».

El hambre hace al hombre, el hambre de sus tripas.

El hambre hace al hombre, el hambre de su ambición.

Porque la corrección política nunca fue tan política como ahora.

Y yo que traduciría el anglicismo «polite» como urbanidad, urbanidad por las polis y la cortesía.

Pero por otro lado, el conformismo dice: «El hombre es desgraciado porque no sabe que es feliz». El inconformismo repone: «El hombre es feliz porque no sabe que es desgraciado». Y yo que no sé si soy conformista o inconformista, pues aún teniendo una vida feliz, en caso de morir, no podría decir que he gozado de una.

«Carpe diem», asevera: ¡aprovecha el día en aras del futuro! «Carpe diem», responde: ¡Aprovecha el presente por el presente mismo! Siendo que somos todo nuestro pasado y todo nuestro futuro, pero en realidad somos hechura del tornadizo presente.

Cesar dijo: «amo la traición, pero odio al traidor» y terminó odiando la traición y amando al traidor «brutamente”.

«A palabras necias, oídos sordos»; «a oídos necios, palabras sordas».

Reconozco que ya escribí esto, pero es que mis palabras fueron sordas y tus oídos necios.

Todo esto son perífrasis de paráfrasis, paráfrasis de perífrasis.

Todo esto son apóstrofos de apóstrofes, apóstrofes de apóstrofos.

Pero aún con estas frases, no soy «versadamente» «prosaico».

Pero aún con estas frases, una frase verdadera no siempre es una verdadera frase.

Pero aún con estas frases, aún con lingüística, aún con frases de lingüistas,

no pude definirla. Aún no pude definir la inenarrable poesía que hay en las cosas.

«No tendrá el autor mayor dolor»

No puedo escribir con el corazón,

porque odio con el corazón y amo con las vísceras

de tanto que hice de mis tripas, corazón.

Porque tengo más estanzas en romances que romances en estanzas

Y para escribir «promiscué» todos los estilos:

Ya de «»sobriedad»» de Hemingway, ya de Hemingway ebriedad.

Ya de «hetera lesbiana» o de «hetera lesbiana» safismo.

Ya de la abarrocada circunlocución del circunloquio.

Ya de pan nerudiano, el pan de todos los días,

que es pan para hoy y hambre para mañana.

Que quiero que, como epígrafe, mi nombre sea escritura,

Ya como filípicas de Filipo, o Alejandrinos de Alejandro.

Ya como anacreónticas de Anacreonte.

Porque ya con el corazón heladizo, ya con la mente hirviente;

Ya con el corazón hirviente, ya con la mente heladiza

Escribo lo que pienso sobre mis pensamientos

Lo que me hacen sentir mis pensamientos;

Lo que pienso sobre mis sentimientos;

Pero nunca lo que mis sentimientos me hacen sentir.

Pues en la vida hay una sola tragedia sofoclea:

Ni el tiempo, ni la muerte ni el desamor,

no tendrá el autor mayor dolor.

Pero en la vida hay una sola comedia aristofánica:

Ni la miseria ajena, ni los tartufos, ni el pavor,

no tendrá el autor mayor dolor

que no tener dolor alguno.

«Tiempo»

El reloj de arena tiene la virtud

que vuelve al grano sabuloso;

Que vuelve al sábulo medanoso,

y que vuelve al médano solitud.

Es finitud de un infinito número;

Es prodigio de aquel maya primero

que vio el fin de los tiempos en el cero

y en la enumeración de lo innúmero;

Es el fluir del río; el arremanso

del estanque; del piélago la muerte;

Agua de la clepsidra que trasvierte;

Mesura de la premura y el descanso.

Heráclito, Kant, el estagirita,

preclaridades de Prusia y Grecia.

El difluir del meandro, peripecia,

la intuición pura de corrupción quita.

Las fechas que calenda el calendario,

pues “agosto” lo que” marzo” cada mes.

Es el Julio Argentino y mayo francés,

y es el dieciocho de brumario.

Es analepsis, es anacrusa,

el tempo es “adagio” italiano,

que “piano a piano, piano a piano”

“garrapatea” de manera “fusa”.

Por la conjugación y la ancianía

el tiempo es adverbio de todo verbo

Infancia, inocente; zagal, superbo;

Adulto, agrisado; vejez tardía.

«Comportarme bien es despecho de el bien que en el cielo esto me comporte»

Si tienes pudiencia pero no fortuna;

Si tienes fortuna, pero no suerte;

Si tienes suerte, pero no bienaventuranza;

Tienes bienaventuranza, mas no beatífica felicidad;

Pues no es el pobre el menesteroso, sino el de mayores menesteres;

Y yo que por estar tanto en la inopia, terminaré inope, a fuer

de que sólo quiero la sabiduría, así como el no saber;

si quieres un fin, entonces, finar el querer quieres.

Sabiendo que sabiduría no es saber de adverbios,

ilocuciones, aposiopesis o zeugmas, lo digo aprisa y sin flegma,

sabiendo que sabiduría no es pensar apotegmas, es actuar proverbios.

Pues es consabido que «sólo se vive una vez», lo sabe el cuidadoso;

Que «más vale prevenir que lamentar», lo sabe el descuidado;

Que «más vale tarde que nunca», lo sabe el tardado;

Que «aprovecha el día», lo sabe el industrioso;

Supiste ser cual Basileo minoico;

Ser cual tirano griego, sofístico;

Supiste ser diádoco helenístico;

Ser cual régulo romano, estoico.

Supiste ser cual sátrapa persiano,

montar bucéfalos ferrugíneos,

Babieca, Othar, Marengo, broncíneos;

Supiste ser califa mahometano.

Supiste cada arcano mistérico;

Supiste religiosos sacramentos,

Las verdades de la ciencia y elementos

de lo exotérico y lo esotérico.

Supiste de todo, lo elemental;

Supiste el juicio apodíctico

de la Lógica. El a priori analítico

de la Filosofía Trascendental.

Conociste las haciendas de hacendoso,

Conociste el trabajo del atrabajado,

Conociste el tráfico del atrafagado,

Conociste las industrias del industrioso.

Blandir el pico y pala del capital

y el martillo y la hoz de la comunión

supiste. La segadora y el azadón

del kulak. Conociste el gris inercial.

Busco la minerva que engaña a Morfeo;

No busco trascender de las edades;

No busco llevarme un centenar de óbolos al Hades,

busco no abrevar las aguas del nepentáceo Leteo.

Si no, no hay cielo que a mí me conforte,

pues quiero comportarme bien, de hecho,

quiero comportarme bien en despecho

del bien que en el cielo esto me comporte.

3 comentarios en “Descubre la poesía del poeta Martín Markow”

  1. Si bien el gusto se crea, el autor crea y recrea, reflexiona, emociona, invita a filosofar, transporta al lector a un mundo sutil en donde la poesía nos ilumina .

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