5 poemas de la autora venezolana Samantha Aguilar

Samantha Aguilar, venezolana nacida un 22 de junio de 1974 en la ciudad de Maracaibo – Edo Zulia.

Me gradué en La Universidad del Zulia de Licenciada en Educación – mención Orientación. Ejerzo la profesión de forma presencial y virtual de manera independiente, también ofrezco el servicio de orientación de forma gratuita a los estudiantes de la Facultad de Derecho en LUZ que es donde trabajo.

Desde muy temprana edad soy una aficionada al arte de la escritura, a la magia de las historias que se plasman en poemas, canciones, cuentos, novelas, microrrelatos etc. Nunca lo he hecho de manera profesional, sin embargo, en los últimos años he participado en algunos concursos literarios.

Mi experiencia en esta área va más allá de lo académico o laboral, viene de algo más profundo, más sentido, viene de la vida real, del día a día, de los años, del pasado que siempre será parte de las historias, del futuro que, aunque incierto imaginable y el presente que sin los anteriores no tendría sentido.

LA SOLEDAD, MI SOLEDAD

Cuanta soledad…

Soledad amarga

Soledad larga

Soledad que desmorona el alma de mis sombras.

¿Dónde estás?

¿Dónde has ido?

Compañía de mi norte

Compañía de mi sur…

Ya no importa compañía

Vete lejos de mi vida

Porque hoy y muchos días

La soledad, mi soledad, será mi amiga.

FUISTE, ERES Y SERÁS

Fuiste la luz que alumbró mi camino

El calor que me abrazó cuando tuve tanto frio.

Eres del amor un recuerdo divino,

De la esperanza, el perdón y el olvido…

Fuiste mar que llenó mi alma de tormenta y calma

Ola que rompió en la roca haciéndome débil ante tu boca

Un pasado que sigo abrigando, aunque dejaras amargura y desengaño

Amor que huyó de mi lado sin decir el porqué ni cómo ni cuándo.

Tú mi amante silente entre días y noches de deseos ardientes

La cordura desde la locura que me entregó su más escondida ternura

La canción que no se detiene, melodía que sonará para siempre

Porque fuiste, eres y serás quien me enseñó que yo también podía amar.

PERFECTO IMPERFECTO

Y era tan perfecto cuando todo era imperfecto…

Cuando temblaban las manos

Cuando titiritaban los labios

Cuando entre susurros y caricias sonreíamos con malicia.

Y era tan perfecto cuando todo era imperfecto…

Cuando sudados bailaban nuestros cuerpos

Y nuestros ojos miraban a lo eterno

Provocando que nuestras bocas jadearan entre besos…

Y era tan perfecto cuando todo era imperfecto…

En las noches de luna o con el sol ardiendo

Jugando al amor con locura sobre una cama o sobre un frio suelo

Sin importar las dudas de si era cielo o era infierno…

ENTRE LÍNEAS

Soy una noche callada y cobarde…

Gritando tu nombre aún sin nombrarte…

Amor en silencio podrás escucharme

Historia de dos, una isla y un baile.

Música y poesía llenos de melancolía

Entonan mi corazón con el sonido de su voz

Amarte en silencio, tocarte y besarte

Intentando entre líneas inmortalizarle.

Néctar fue tu boca que bebí sin cansarme

Zozobra o inquietud de tres a seis de la tarde

Talismán tu sonrisa, tu belleza inefable

El motivo de misterios y desvelos incesantes.

Hace tanto no te veo, pero aún yo te recuerdo

Eternos son los sueños y efímeros los besos

Adagio en el cuerpo entre el baile y el tiempo

Lejana cercanía inmortalizada en estos versos.

PERMÍTEME, PERMÍTETE

Permíteme volver a conocerte…

Permítete volver a conocerme…

Mírame nuevamente; sonríe a lo desconocido

Comparte conmigo una copa de vino.

Haz de mi algo tan inocente como un niño

Quítame el miedo de amar

Quítame el miedo a perder

Hazme sentir que soy más que un placer

Cúrame las heridas del pasado

Calienta este frio con el calor de tus manos

Alivia este dolor que traigo en los labios

Esperando de tu boca ese beso tan guardado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
Escanea el código
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?