Un poema de la joven venezolana Harumi Pandey

La Organización Literaria J. Bernavil para los Pueblos del Mundo se complace en presentar a los poetas que han sido parte de su historia y nos han deleitado con sus versos originales. La cultura es una forma que tiene muchas caras y es por ello que nuestro programa de desarrollo social enmarcado en el nombre de la gran poeta Pilar Paz Pasamar nos ha servido como base para incentivar la creación y la difusión poética.

En este espacio digital en la red mostraremos a los poetas del hoy que impulsan sus letras bajo el lema «Las formas del poema» en homenaje a Pilar Paz Pasamar y a la poesía andaluza en España.

Esta es una campaña en pro de la lectura poética llevada a cabo por el Grupo Bernavil Internacional, solo necesitamos agua y paredes para escribir #SOMOSFAMILIABERNAVIL

Poema

Butaca 13-A,

compro un boleto en clase turista de un tren con rumbo desconocido.

Me gusta sentarme junto a la ventana, admirar los paisajes en movimiento.

Campos, montañas, ciudades se alejan

mientras el tren avanza.

Pasan tan fugaces a mi mirada, un segundo después

parecen nunca haber existido.

¿Es acaso esto un espejismo?

Uno que otro árbol me saluda al pasar. El cielo me frunce su ceño.

Lo miro,

él me mira de vuelta;

está tan gris como mi cabello.

Observo cada relieve

en busca de un misterio.

Mientras me acerco a mi destino final

me invade ese sentimiento de melancolía. Instantes que no regresarán,

horizontes que no volveré a mirar.

¿Cómo me lo arranco?

Las raíces han crecido a un tamaño colosal.

Bajo en la última estación,

dejo una parte de mí en el vagón.

Muchedumbre de pasos acelerados,

¿hacia qué corren con tanta prisa?

Pasan cerca de mí

y sin embargo parecen tan lejanos.

No veo rostros ni cuerpos solo sombras y reflejos.

Fantasmas divagando

por las calles de esta ciudad.

Y yo,

solo soy una exiliada

perdida en estas nauseabundas calles. Enferma por encontrar un hogar,

un lugar inexistente. Desesperada por una conexión, alguien…

¿Hay alguien aquí?

¿Hay amor en el aire? Todo lo que percibo es este aroma glacial

impregnar mis fosas nasales.

Calles planas, edificios planos, siluetas planas.

Todo se ha convertido en una llanura extensa. La falta de profundidad me aterra.

El ritmo en la Quinta Avenida no desacelera. Doscientos kilómetros por hora,

se ha roto el freno de mano.

-En cualquier momento se estrellará-

Las horas pasan pero no así la vida.

El parque está vacío, no hay niños jugando.

La soledad es un acto cotidiano,

¿cuánta humanidad me quedará?

Sentada en un banco contemplo

la magia del momento.

La puesta del sol llega,

algo se enciende dentro de mí.

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