María Rubí Vélez Helú, 2004, CDMX, México. Forma parte en una antología de poesía no romántica “Memorias del olvido” de la Editorial Letras Negras (Converso) y “Letras Instantáneas” (Komala). De la revista Las Vetas del Azogue “Verano 2024”, “Otoño 2024 e “Invierno 2024”. Del sitio web Primera Semilla con un microcuento titulado “Amigos”, un cuento “Algoritmo cotidiano”, y un post en Instagram “Febrero”.
De todo a nada.
La subsistencia de aquellos elegidos a privilegios y prestigios,
que reconocen algún coroto cual lobo a un conejo blanco asustado,
los instintos más profundos y deseosos, de aquellos se apoderan.
Gran poder y manipulo a sus iguales menos pudientes ejercen,
sea heredado o arrancado, el valer con alma o firma van ganando,
no el mundo, no lo desdichado, solo está esto en lo «talentoso».
Entes, real o no, cobran caro lo que en vida fue encomendado,
después del limbo oscuro no descubierto al sueño eterno y solitario,
por la eternidad, sin descanso ni clemencia, al olvido como todos irán.
Profundo desconsuelo.
Cada entrante día que promete nuevas vivencias,
nuevas canciones, sabores, lugares y personas,
destaca la delgada y espesa llovizna envolvente,
disminuyendo el llanto que sin razón mi ser inunda.
Sigo mi rutina que momentos antes me apasionaba,
la música vieja y nueva no causa emoción alguna ya,
las fiestas parecen velorios dónde estátuas vienen y van,
y solo el consumo del polvo mágico me hace ver a color.
Esta carencia de dopamina nubla mi supervivencia,
andar en calles conocidas, al recordar, no hay nada,
tocar, escribir, leer, conversar, todo ya me es indiferente,
mis ojos miran la nada del todo, sin saber llorar o colapsar.
Sólo tú.
En esta esfera repleta de seres efímeros e insaciables,
vienen y van endulzando el tímpano y modelando el torso,
adjuntan melodías, versos, escenas, promesas; deseosos,
reconocen una deidad al mirar, no son ciegos, más tontos si.
Un sonido armonioso encantador, me causa un bostezo largo,
palabras dulces invaden mi supremacía, más no mi corazón,
un tronco trabajado y esculpido, es indiferente a mi deseo,
un juramento a mi ser enmarcan, bien merecido troun trofeo.
Aunque todo el planeta desee mi estimación, benevolencia,
ninguna reacción causan en mi ser, solo es atención temporal,
incluso alguien puede tener tu melena, tu voz, preferencias,
nadie importa, solo tú, haces que el mundo sea especial.