Existen formas de vincularnos con la gente. Los recursos humanos de una empresa varían según la capacidad de la empresa para valorar si su comunicación corporativa es importante o no.
Los 10 vicios que podrían afectar a una editorial y en los cuales debemos prestar atención para no caer en manos de una compañía que persista en tener malas prácticas son las siguientes:
El trato descortés: no todos gozan de una buena inteligencia emocional. Y si el escritor se plantea en una comunicación defensiva el editor también podría caer en lo mismo. Siempre es bueno que pueda imperar un acercamiento agradable. Y si se suben los ánimos un poco más de lo debido, bajarlos con respeto y tolerancia. Si te tratan mal, recuerda que no es ahí.
La poca claridad: los mensajes desde el inicio deben estar claros. Pregunta todo, exige todo. Pide un contrato y no dejes que tu obra quede para la hora que nadie quiera. Trabaja con tu tiempo, respetando el tuyo y el de la compañía.
El no entregar regalías: hay negocios editoriales que no entregan regalías. Es un vicio común. Y más en las tradicionales. Hacen libros gratis pero todo lo que se vende es de ellos. Esto desanima mucho al escritor. No sirve como incentivo para seguir. Nos confíes si una empresa no te entrega regalías. Si por lo contrario te dejar ser lo más independiente posible, está muy bien. Así sí se logran bien las cosas.
La imposición de un contrato cerrado: revisa bien el contrato que te den. Y no esperes mucho tiempo para pedirlo al menos que confíes plenamente en la empresa que te editará. Si tu contrato es cerrado debes saberlo. En ocasiones el escritor debe permanecer con la editorial por mucho tiempo. Y tal vez no sea una buena decisión el estancarse en un solo proyecto cuando pudieras tener varios.
Los precios desorbitantes: actualmente los precios de las publicaciones y las ediciones están descontrolados. No vale el esfuerzo invertir tanto y recoger poco. La idea es que con una cantidad de ingenio e inversión inicial puedas desarrollar un bonito proyecto. Busca la mejor opción. Tampoco busques lo gratis. Editar gratis no es bueno. Nada tiene valor. Por eso es gratis.
La baja calidad de sus obras: pongan en tela de juicio la calidad de las obras que ofrecen las empresas. Analicen bien en silencio. Si no es viable, no concedan estar allí por mucho tiempo. Busquen oportunidades de calidad. No se fijen en lo primero que encuentren, hagan posible que la obra de ensueño que desarrollarán sea la mejor de todas. O por lo menos, tengan esa intención.
El poco crecimiento mutuo: si no hay reciprocidad no hay fórmula correcta para avanzar. El trato debe ser justo y consecuente. El editor y el escritor tienen y deben ser buenos aliados.
Siempre que busquemos la fraternidad y el diálogo, lograremos entender que las alianzas está la fuerza para lograrlo todo. Todo lo que nos ayude a crecer a través de conexiones con los demás debemos tomarlo.
La nula compañía y el abandono: la crítica sobre las editoriales que hacen esto se define en la palabra «pésima», los que prestan un servicio luego se olvidan del cultor no son una buena casa. Sin embargo, el autor deberá estar en claro que su obra tiene que avanzar según la inversión económica y el tiempo que le añade.
La editorial necesita del autor para accionar pero el autor también necesita de la editorial, y no todo es de responsabilidad completa. Cada quien tiene y debe que cumplir su rol con asertividad.
El robo de las obras: los derechos de una obra son tuyos. Si no te los dan te están robando. Y esto es perjudicial. Antes de publicar un libro puedes buscar registrar tus derechos como autor en el país donde tengas residencia. No permitas que tu obra no registrada caiga en las manos equivocadas. Teniendo una constancia legal podrías accionar mejor.
El desanimo del escritor: y por último pero como punto más importante, el desánimo del autor se produce cuando goza de una experiencia negativa. Sabemos que lo estamos disfrutando cuando tenemos en cuenta que existe en nosotros incentivo.
Busca tener una buena experiencia con la mejor compañía. En nuestra Firma editorial somos la familia de escritores más grande de Venezuela para los pueblos del Mundo. Solo necesitamos agua y paredes para escribir.