Conoce las letras de la poeta y profesora Yajelit Scarlet Vásquez Lozada

Yajelit Scarlet Vásquez Lozada es Magíster en Artes, profesora, investigadora, arteterapeuta, neurocoach, gestora emocional y mentora holística con una misión clara: acompañar e iluminar el camino de las MUJERES hacia su crecimiento y transformación, con el fin de empoderarlas para que tomen el control de su vida y descubran su verdadero potencial.

Con más de 7 años de experiencia, ha trabajado con cientos de mujeres ayudándolas a superar obstáculos, iniciar procesos de sanación emocional y alcanzar sus metas personales y profesionales.

Su enfoque se resume en una sola palabra: HUMANIDAD. Cree profundamente en el vínculo humano, la empatía, la autoestima, la espiritualidad, la lealtad, la creatividad, el amor, el apoyo entre mujeres, la comprensión y otras potencias del ser como fundamentos esenciales para que el crecimiento genuino sea sostenible y trascienda en todos los aspectos de la vida con un propósito satisfactorio.

Su labor busca que cada mujer evolucione, florezca y brille con todo su ser.

DULCE SABOR A CHOCOLATE

Dulce sabor a chocolate
fueron tus cuidados que recibí a diario.
Dulce sabor a ti, de amor profundo.
Inmenso amor como el mar inagotable.
Así fuiste, América, como esta tierra que florece,
da frutos donde quiera y reverdece
en tu sabiduría ingenua.
Fuiste un chocolate
con su toque amargo y exquisito para guiarme y criarme.
Sabor achocolatado fueron tus enseñanzas,
erudición forjada en la experiencia,
tolerancia con un toque desbordado de amor, respeto y paciencia.
América es hermosa como la flor de la paz,
fuiste cálida; con tu bondad floreciste,
alegremente, con tu corazón maternal.
Ramillete multicolor, cuyo olor a jazmín
se manifestó en tu afecto sin esperar nada.
La nada, para mami, fue un pasaje en el tiempo sin retorno.
La nada no significa nada, cuando realmente se ama.
Dulce sabor a chocolate
fue disfrutar contigo, mami, las noches sin estrellas,
sin miedo en la penumbra, porque siempre estarás conmigo.
Tu luz irradiará mi camino,
tus palabras dulcemente las recordaré
con su toque amargo de templanza,
colmada de coraje y esperanza.
Y solo tus palabras achocolatadas son añoranzas,
ellas producen en mí paz en mi alma, sin alabanzas.
Como dulce chocolate fueron tus abrazos,
que me cobijaron en tu regazo.
Mami, dulce y tierno fueron tus besos,
ellos me sirvieron de analgésico en el tempo.
Dulce sensación de amor me has dejado,
lo mantendré vivo y trascenderá tu afecto en mí, a lo largo del tiempo…

EL HOMBRE QUE QUIERO AMAR

El hombre que quiero amar es mi complemento;
miles de frases nos envuelven, miles de papeles nos entretienen,
miles de escrituras nos colocan al borde de la locura,
pero un libro nos llena de paz y de cordura.
La inteligencia lo desnuda,
y la lectura nos hace el amor, con teorías sin conjeturas.
El hombre que quiero amar tiene su toque romántico,
es varonil, con esa amistosa franqueza de carácter simpático.
Su mirada y la mía, ¡gentil caballero!,
abrimos el portal sublime del corazón y la razón,
para vivir un amor jubiloso, vehemente y sincero.
El hombre que quiero amar es libre de pensamiento,
y juntos compartiremos de los cambios que nos proporciona el tiempo.
Construye consolidando sus ideas con visión de progreso.
Lucha, provee, vive, canta, juega y lee,
deleitándose con el frescor del viento;
es alguien con quien puedo confiar, conversar y amar,
porque me protege con caridad en los días cálidos y en los días de tormentos.
El hombre que quiero amar comparte mi fe.
Ama a Dios sin dogmas y, entre sus seres cercanos,
evita muros o zonas limítrofes.
Me ama sin miedo, confiando en nuestros sentimientos como simple acto de fe.
Es alguien a quien admiro y me admira,
se valora y me valora y comparte conmigo hasta un delicioso café;
caminamos siempre juntos, justo uno al lado del otro,
sin hacernos sombras, y con su amor ferviente, yo siento que triunfé.
El hombre que quiero amar es de alma noble, atento, sensible
y comprende mi ímpetu inagotable por ser mujer.
Es alguien que amo porque aviva nuestro afecto sin dejarse vencer,
me anima en la tristeza sin dejarme decaer,
proseguimos juntos la misma ruta,
porque se siente orgulloso de estar conmigo y sabe muy bien
que lo amaré intensamente, con la pasión que se desborda en todo mi ser…

UN SUEÑO

¿Cómo se podría retroceder y navegar en un barco de papel
en el charquito que dejó la lluvia ayer?…
Simplemente, soñando y siendo niño otra vez.
Y después de grande, la imaginación es censurada por la adultez,
con prejuicios, y los temores te clausuran tu sencillez.
¡Si soñar es motivo de burla!, los niños dejarían de ser nuestros maestros.
Ellos se sumergen en las bombas de jabón,
y vuelan entre nubes como un palomo zumbón.
Sueñan con tanta libertad, sin colocar zona limítrofe en ese lugar,
libre a su albedrío para corretear, vivir y jugar y jugar.
¡Si soñar es motivo de burla!, ¡el egoísmo te colocaría el mundo al revés!
Bendito temor que no te deja avanzar ni ver lo que es,
ni puedes mirar con bondad lo que hagan o dejen de hacer.
¿Por qué hagas lo que hagas, siempre estará malo para otros?
¡Si crearas algo para ti, como tu regalo especial, el cuento ya sería otro!…
¿Acaso tienes miedo a ser burlado, igual a un acto de circo bien animado?…
¡Si soñar es motivo de burla! La broma pierde el sentido cuando eres sin igual,
así eres: auténtico, único en tu especie, tan igual a una idea genial…
Comidilla asquerosa de hipócritas que te adulan y al voltearse te deshonran,
¡ellos sí son idiotas!, ¡que se burlen de su propia frustración!, ya es hora…
¡Que se burlen de ellos!, porque el éxito, el talento y el cariño no tienen ni color.
Tampoco sexo, ¡solo es el reflejo de un alma de niño purificado por el amor!…
¡Si soñar es motivo de burla! Quedaré atrapado en mis sueños,
porque al soñar vivo mi realidad, que es un mundo de ensueños.
Mi mundo es humano, ahí hago un acto de comunión, ¡yo soy mi dueño!,
albergo en el corazón esa pasión intensa cuando creo.
Y al diseñar y construir lo que quiero, avivo la esperanza, la cual reverdece.
En sí, al soñar mis sueños, comienzo a vivir y un amor milagroso en mí florece…

¡SIEMPRE SE TIENE UNA HISTORIA!

¡Siempre se tiene una historia, buena o mala!
Alguien se toma la molestia de escribirla o narrarla…
La historia tiene su drama, ambientes y un protagonista,
y villanos metiches, envidiosos que interfieren sin guionista.
¡Siempre se tiene una historia, basada en el amor!
Hay que recibirlo valientemente con los brazos abiertos.
Así nos acaricie y nos nalguee con sus aciertos.
Se vive a plenitud, libre, alocada y bajo acuerdos.
¡Siempre se tiene una historia que nos lía!,
nos hace llorar y nos hace reír de alegría.
¡Sin saber ni cómo ni cuándo, vivimos de fantasías!
Y uno se involucra en su danza desnuda,
haciéndonos bailar al son de su ritmo que anuda.
¡Siempre se tiene una historia con su drama cautivante!,
empañado de realidad con su toque de romanticismo alucinante.
Nos encontramos confundidos por una sociedad hostil y disonante.
En sí, es una historia miserable con aires contaminantes.
¡Siempre se tiene una historia que nos llena de suspenso!
Asqueada de inseguridad, ignorancia y desidia, ¡ya ni pienso!
Con juicios viciados, ¡cárceles repletas de víctimas y victimarios!,
y calles ensangrentadas con muerte de inocentes, ¡es un calvario!…
¡Siempre se tiene una historia con matices grotescos!,
que dan movimiento y descuadran todo, hasta el tiempo.
Tejiendo la vida con hilos sutiles, fuertes y transparentes,
unen los altos y bajos del corazón y la mente.
¡Siempre se tiene una historia con callejones oscuros sin salidas!
¡Donde todo lo oscuro es luz, y la ficción es trasluz!
Historia de la razón, de mi sinrazón, ¡simplemente, la vida!
¿Por qué es la historia?
¡Porque es tu historia!,
¡Porque es mi historia!…
Y juntos vivimos destinos inciertos con placeres sin tempo,
en la infinitud de un ritmo, danzando todos a un mismo tiempo…

SOMOS POESÍA

La poesía es tu mundo,
es mi mundo,
es la muestra de la realidad de todo el mundo que se devela sutil e inefable.
La poesía es la emoción que te hace sentir, soñar, pensar, reír, intuir y saborear con dulzura esos momentos de locura,
haciendo un sinfín de trazos con aromas que huelen al verdor apasionante de tu frescura.
La poesía es el canto amargo del infortunio desesperado.
La poesía es el danzar de dos cuerpos enamorados
en ese ritmo placentero con espacios blancos, azules o rosados.
La poesía es la música que se escucha en ese silencio milagroso.
Y dentro de sí misma es esa melodía fenomenal, misteriosa.
Quizás son los versos de un sentimiento cuya vibración es asombrosa.
La poesía es esa escritura con tinta indeleble
que uno escribe desde el alma, al escuchar su voz que surge de repente
y nos retumba en la mente, como las campanadas de un nuevo destino,
surgido de la nada o milagrosamente.
La poesía es un grito hermoso que se estrella e impacta en la vida,
el registro alto de una voz soprano que se despide con una colosal salida.

Todo o nada es poesía…

En sí, la poesía soy yo, la poesía eres tú.
Y la poesía somos todos los seres humanos que aportamos desde el bien cada día.
La poesía es el mundo, el todo y su divinidad,
que reina con su sagrada presencia entre nosotros.
La poesía es una fuerza poderosa
que nos hace mirar a sí mismos con esa dulzura que está en nuestro ser:
dulce compasión, dulce amor con seducción, dulce sexualidad libre,
dulce esperanza con fe indestructible.
La poesía es la verdad intangible de un sentimiento agradable,
manifestado con letras de forma sublime,
cuya declaración es el goce desmedido de un cariño
que se muestra ante ti, puro y tangible.